El incremento del consumo eléctrico durante el invierno elevó la cantidad de siniestros por incendios en hogares, especialmente por el uso de estufas y artefactos eléctricos. Por eso, las inmobiliarias trasladan a los inquilinos la obligación de contratar un seguro que proteja tanto al inmueble como al contenido.
Durante los meses de invierno, el consumo eléctrico en Argentina alcanzó niveles récord debido al uso intensivo de estufas, calefactores y caloventores. En 2025, de acuerdo con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) la demanda nacional llegó a superar los 28.119 MW en horarios pico, lo que refleja el esfuerzo del sistema energético y, a la vez, la creciente exposición a riesgos domésticos. Asimismo, según datos de la Asociación para la Promoción de la Seguridad Eléctrica (APSE), cerca del 40% de los incendios en viviendas están relacionados con fallas eléctricas, especialmente en épocas de bajas temperaturas.
“Hemos notado un leve incremento en siniestros de incendios relacionados con artefactos eléctricos y estufas, especialmente en épocas invernales donde existe mayor exposición a riesgo por el uso. Por eso, diseñamos una cobertura que se presenta como una alternativa simple y accesible, que cubre incendios en edificios, explosión, rayo y granizo, incluyendo daños en vidrios y ventanas”, explicó Javier Basualdo, responsable comercial de Producto Incendio y Riesgos Varios de La Segunda Seguros.
Además, ofrece la opción de ampliar la protección hacia los bienes personales del inquilino, reforzando la seguridad del hogar. Si bien no es obligatorio por ley, en muchas ciudades las inmobiliarias exigen la contratación de este seguro como condición para firmar contratos de alquiler, protegiendo así al propietario y generando mayor conciencia aseguradora en los usuarios.
El valor de un seguro mensual promedia entre el 1,2% y 2,3% del valor del alquiler mensual.